En la Sesión Ordinaria del 22 de junio, aprobamos el proyecto de Ley del Registro de Patologías derivadas del Cambio Climático y la Contaminación Ambiental, a continuación transcribo mi exposición como miembro informante y autora de uno de los proyectos que componen la ley.
Hoy me dirijo a ustedes con un proyecto de ley que busca unir dos pilares fundamentales en nuestra sociedad: la salud y el medio ambiente. En un mundo cada vez más interconectado, resulta imperativo comprender y abordar la compleja relación entre la salud humana, la contaminación ambiental y el cambio climático.
Nos encontramos frente a una realidad ineludible: los elementos que determinan la salud de las poblaciones son diversos y se entrelazan de manera compleja. Por tanto, es nuestra responsabilidad profundizar en el conocimiento de su impacto y la vulnerabilidad de nuestra gente, especialmente en lo que respecta a su salud.
Contemplando esta premisa, no podemos ignorar la alarmante verdad de que la contaminación ambiental y el cambio climático se han convertido en la mayor amenaza para la salud de la humanidad, las normas que venimos tratando el día de hoy y tantas que ya han sido aprobadas por esta Cámara pretenden ser una respuesta a esta cuestión, que profesionales de la salud en todo el mundo están observando.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, una organización de renombre mundial, ha llegado a una conclusión clara y contundente: si queremos evitar impactos sanitarios catastróficos y prevenir millones de muertes relacionadas con el cambio climático, debemos limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C. Cada décima de grado adicional de calentamiento tendrá consecuencias graves para la vida y la salud de las personas.
Nuestra calidad de vida y nuestra salud se ven profundamente afectadas cuando el entorno en el que vivimos deja de satisfacer nuestras necesidades básicas y se convierte en un constante peligro. La flora, la fauna, los hábitats, la producción agrícola, la industrialización, el manejo del agua, los residuos, la urbanización y tantos otros aspectos del medio ambiente están intrínsecamente ligados a nuestra salud humana.
Los peligros ambientales, ya sean tradicionales o modernos, están estrechamente relacionados con diferentes aspectos de nuestro desarrollo social y económico. Estos peligros pueden tener un amplio espectro de efectos sobre nuestra salud, que varían en intensidad y magnitud según el tipo de peligro, el nivel de exposición y el número de personas afectadas.
Es aquí donde el proyecto de ley que tratamos hoy cobra importancia.
Proponemos identificar, registrar y establecer el vínculo causal entre las patologías derivadas de la contaminación ambiental, el cambio climático y la enfermedad. Deseamos llevar un minucioso registro que incluya historias clínicas, estudios socioambientales y datos relevantes sobre los entornos de los pacientes. Esta valiosa información estadística nos permitirá fortalecer las investigaciones científicas, comprender las causas y actuar en consecuencia.
Pero no solo eso, consideramos que una de las formas fundamentales de abordar este desafío es capacitando a nuestros trabajadores de la salud, principalmente en la atención primaria de la salud, en la rama de la Medicina Ambiental. Si dotamos a nuestros profesionales con los conocimientos necesarios para detectar, tratar y prevenir enfermedades derivadas de nuestro entorno, estaremos allanando el camino hacia una mejor comprensión y acción en este ámbito tan crucial.
La medicina ambiental nos brinda una visión holística de la salud humana, que abarca aspectos físicos, químicos, biológicos, sociales y psicosociales. Nos permite evaluar, corregir, controlar y prevenir aquellos factores ambientales que pueden afectar adversamente nuestra salud y la de las generaciones futuras. Es una herramienta muy útil que debemos aprovechar en esta lucha conjunta.
Las enfermedades derivadas del cambio climático están en aumento: la contaminación atmosférica, por sí sola, causa siete millones de muertes al año, según la Organización Mundial de la Salud; infecciones en la piel, el sistema digestivo, el aparato respiratorio y enfermedades cardiovasculares son solo algunos ejemplos, consideramos fundamental su registro estadístico y generar datos para su análisis.
Con este proyecto de ley, conjugamos las políticas de salud con las medioambientales que ya se encuentra llevando adelante el Gobierno de la Provincia, creando una nueva herramienta que favorecerá la gestión. Estamos promoviendo una sinergia vital para nuestro presente y nuestro futuro, para identificar, prevenir y lograr erradicar las patologías derivadas de la contaminación y el cambio climático.
A continuación, encontrarás el enlace del video de mi exposición en el recinto: