En la Primera Sesión Ordinaria del Período LI de la Cámara de Representantes, del 24 de mayo de 2023, me tocó la responsabilidad de ser miembro informante para la aprobación de este proyecto de ley, que trabajamos con mucho compromiso y amor.
Aquí transcribo mi alocución:
A través de este proyecto de ley, buscamos tocar el corazón de cada persona gestante en Misiones que ha experimentado el profundo dolor del duelo gestacional y perinatal.
Queremos ofrecer respuestas efectivas y compasivas a aquellos que se encuentran atravesando este oscuro y delicado momento, brindando un accionar de contención y acompañamiento que les permita sanar y encontrar una luz de esperanza en medio de la oscuridad.
El fallecimiento de un bebé en el vientre materno o poco después del nacimiento es una noticia que destroza el alma de las madres, padres y sus familias.
Es un golpe tan profundo que se reconoce como uno de los eventos más desgarradores que alguien puede experimentar en su vida. El duelo que sigue a esta pérdida es un proceso complejo y doloroso que demanda un enorme esfuerzo tanto físico como emocional por parte de quienes lo atraviesan. Los sentimientos de tristeza, culpa, ansiedad y desesperanza se apoderan de ellos, dejándolos con el corazón roto y sin saber cómo seguir adelante.
Las personas gestantes que sufren estas pérdidas se enfrentan a elementos que complican aún más su proceso de duelo. Se culpan a sí mismas, imaginando causas irreales para la muerte de su bebé, se sienten invadidas por la vergüenza y la culpa, sumergidas en un mar de emociones dolorosas.
El shock y el aturdimiento posterior a la pérdida les impiden expresar abiertamente su dolor y tristeza, pero eso no significa que no necesiten apoyo y comprensión en esos momentos tan oscuros. Las personas gestantes que han sufrido la muerte de un hijo pueden enfrentar repercusiones a corto y largo plazo en su vida social, sexual y reproductiva. El temor a un nuevo embarazo y a enfrentar otra pérdida se convierte en una sombra que se cierne sobre ellas, robándoles la paz y la alegría que deberían sentir.
La Organización Mundial de la Salud define la muerte perinatal como la defunción del feto entre la semana 22 de gestación y la primera semana posterior al parto. Pero más allá de las semanas, el dolor no puede medirse, ya que cada pérdida es traumática sin importar el tiempo de embarazo. Cada vida que se va antes de nacer deja un vacío inmenso en el corazón de quienes la esperaban con amor y esperanza.
En nuestro país, se estima que ocurren alrededor de 6.000 muertes perinatales cada año, pero lamentablemente aún no existe legislación alguna que brinde contención y apoyo para mitigar el impacto traumático de esta dolorosa experiencia. Esto agrega aún más estrés a los padres, ya que la sociedad y la legislación parecen ignorar la existencia de su hijo, negando su identidad formal.
Es una angustia indescriptible tener que lidiar con la falta de reconocimiento, social y administrativo y hasta a veces humano, hacia su bebé.
Desde esta Cámara y desde el gobierno de la provincia, con nuestros equipos de salud, se ha comenzado a transitar un camino de acompañamiento a esta realidad desgarradora.
Nuestra provincia de Misiones, con su corazón solidario y compasivo, será un faro de luz para todas las personas gestantes y sus familias que han sufrido la pérdida de un bebé brindando a través de herramientas legislativas un espacio de contención a ese dolor sufrido.
Con este paso brindaremos el marco legal que no sólo proteja sus derechos, sino que también se ocupe de brindarles el apoyo y la comprensión que necesitan para sanar. Cada persona que ha pasado por una pérdida gestacional merece ser escuchada, sostenida y abrazada en su dolor.
Imaginemos un futuro donde nadie tenga que enfrentar este camino solitario. Donde el duelo gestacional y perinatal sea reconocido y comprendido por toda la sociedad, sin estigmas ni juicios. Un futuro donde todos los equipos de salud estén capacitados para brindar un trato sensible y humanizado, proporcionando el apoyo emocional necesario durante y después de una pérdida. Un futuro donde los grupos de contención de la sociedad civil sean reconocidos y valorados como pilares fundamentales en la recuperación de quienes han sufrido estas pérdidas irreparables.
Este proyecto de ley es un paso hacia ese futuro. Es una declaración de amor y compasión hacia todas las personas gestantes y sus familias que han pasado por el dolor del duelo gestacional y perinatal. Es una oportunidad de honrar y recordar a esos bebés que se fueron demasiado pronto, brindándoles la dignidad y el respeto que merecen. Unidos, podemos marcar la diferencia y construir una sociedad más empática, solidaria y comprensiva para aquellos que sufren en silencio.
Por ello, pido a mis colegas el acompañamiento para la aprobación de este proyecto de ley de Duelos Gestacionales en Misiones. Porque cada vida importa, incluso aquellas que solo tuvieron tiempo para dejarnos un pedacito de su amor en el corazón.